Un motor que trabaja a temperaturas elevadas puede sufrir daños graves. Con nuestro servicio de revisión del sistema de enfriamiento, prevenimos fallas inesperadas y garantizamos una temperatura óptima para tu vehículo.
Incluye:
- Inspección del nivel y estado del refrigerante: Se verifica la cantidad de refrigerante y su condición (color, residuos u oxidación) para asegurar un funcionamiento correcto.
- Revisión y pruebas de mangueras: Se chequea si hay grietas, fugas o abultamientos que puedan comprometer la circulación del refrigerante.
- Verificación de fugas en el sistema: Se inspeccionan todas las conexiones, el radiador y la bomba de agua para detectar posibles escapes de líquido.
- Evaluación del radiador: Se revisa su estado (obstrucciones externas, óxido interno, aletas dañadas) y, de ser necesario, se realiza una limpieza o se sugiere su reemplazo.
- Comprobación de la bomba de agua y el termostato: Se examina la bomba para detectar ruidos, fugas o rodamientos dañados; y se verifica el correcto funcionamiento del termostato.
- Prueba de presión del sistema: Se utiliza equipo especial para meter presión al sistema y detectar fugas internas o externas no visibles a simple vista, asegurando una estanqueidad adecuada.
- Chequeo del ventilador (mecánico o eléctrico): Se confirma su activación en la temperatura correcta o el estado del clutch (en ventiladores mecánicos).
- Revisión de la tapa del radiador: Se examina el sello y la capacidad de presión para garantizar que se mantenga la presión adecuada en el sistema.
- Llenado con refrigerante y purga de aire: Se rellena con la mezcla recomendada por el fabricante y se retira el aire del circuito para evitar sobrecalentamientos.
- Prueba de manejo: Una vez concluidos los ajustes y reparaciones, se realiza una prueba para validar la temperatura óptima de operación y la ausencia de fugas.
Evita costosas reparaciones por sobrecalentamiento. Agenda tu revisión del sistema de enfriamiento hoy mismo.