La limpieza de la cajuela no sólo es por imagen, sino para que se mantenga en perfecto estado y siga cumpliendo su objetivo. Primero debes vaciarla, ya sea de pertenencias o de herramientas. De preferencia, aspírala para quitar todo resto de suciedad y tierra. Evita usar demasiados líquidos para lavarla, pues quedará húmeda; opta por limpiadores en seco o un paño húmedo que le permita secarse pronto. Puedes agregar un aromatizante para elevar la sensación de limpieza. Y finalmente, vuelve a colocar accesorios, herramientas y demás objetos de forma organizada para que se vea bien y puedas encontrar todo fácilmente. ¡No es tan complicado!